Senderos olvidados en la Italia profunda
Un grupo de bikers de las afueras de Génova se embarca en una aventura de 500 kilómetros por plena naturaleza con sus Moterras.
El homenaje a un compañero. Un amigo que ya no está. Un punto de partida. Un punto de llegada. Algunas bicis.
Estos fueron los ingredientes básicos para definir el viaje. Los detalles se concretarían después. Y se dió forma a la aventura.
El equipo de Backcountry Finale - un servicio de transporte de bicicletas de montaña con sede en Finale Ligure, a una hora al oeste de Génova, en la costa noroeste de Italia - ya llevaba un tiempo con la idea en al cabeza: ir en bici de montaña desde sus oficinas hasta Livigno, a unos 500 km al norte.
Y Cannondale no pudo resistirse a formar parte de esta historia. Esta aventura tenía todas las trazas de convertirse en épica: cruzaría valles, ríos, diferentes puertos alpinos, y recorrería antiguos senderos de comunicación entre pueblos de alta montaña abandonados, en los que ya sólo habitan el polvo y los ciervos. Los bikers pasarían jornadas interminables sobre sus bicis en medio de la nada, para lo que necesitarían unas eMTBs capaces de estar a la altura. Así que les proporcionamos unas Moterra Neo LT.
El grupo de cinco bikers partió en recuerdo de un amigo y su pasión por el MTB, un compañero de de salidas, recientemente fallecido. A última hora se sumó un nuevo componente, un joven geógrafo, amigo del grupo y con muy poca experiencia en mountain bike pero con muchas ganas por adentrarse en lo desconocido y explorar. Pasó gran parte del viaje observando la reforestación de la Italia rural debido a la despoblación, por el alto índice de emigración de los habitantes alcanzado durante el último medio siglo. Su perspectiva aportaría un tinte histórico a una experiencia totalmente nueva para todos los participantes.
Cuando las bicis empezaron a rodar, también lo hicieron las cámaras. Ver la historia completa aquí.
Explorando los senderos menos transitados de Italia
"El sentido de todo esto es viajar, dormir al raso, hacer descensos, salir con gente, comer como locos por la noche para reponer fuerzas, y recordar a los amigos con que ya no están, esos con los que compartimos esta forma de vida y que nos siguen inspirando en todo lo que hacemos".
El equipo de Backcountry Finale