El color de una tributo
Fotografías: Vlad Sabău y Tibi Hila
De la Scalpel rosa al refuerzo social
El dolor puede ser el final, o el inicio de algunas cosas. En Vlad Sabău despertó algo, cuando su madre, Mariana, fue diagnosticada de cáncer de mama, mientras él aún estaba en la escuela. La cirugía ofreció un respiro, pero cuatro años después la enfermedad se extendió a su cerebro. En 2010, ella falleció. "Su fallecimiento fue repentino e injusto", dice Vlad. "Y me decidí a hacer algo en su memoria".
Los primeros gestos fueron pequeños. Calcetines rosas de rombos para los días de competición, porque ella siempre que podría lo animaba en la carreras. Luego se propuso algo más grande. Después de dos años de planificación, en 2012, Vlad montó su primera bicicleta Cannondale Scalpel de color rosa como tributo. "Competir con la bicicleta, crear conciencia, subastarla y donar las ganancias". Palabras sencillas, pero que generaron un ritual.
Esa Scalpel lo llevó por circuitos nacionales e internacionales, e incluso Copas del Mundo. También lo llevó a estrechar lazos con la familia Cannondale CFR, rodando junto a los héroes a los que una vez admiró: Mani Fumic, Marco Fontana, Henrique Avancini o Maxime Marotte. Correr junto a ellos dio peso a la misión, y potenció su significado.
Lo que comenzó con unos calcetines se convirtió en una tradición. Cada año, una nueva Cannondale. Cada una pintada, usada en carreras, y luego subastada. Cada una atestiguando que "dar es más poderoso que recibir. Que los pequeños actos de bondad pueden realmente concienciar a toda una comunidad".
El último cuadro para la subasta invierte los colores. Una Scalpel SE que cambia de morado a rosa brillante y viceversa. Cada céntimo se dona a una fundación que ayuda a mujeres que actualmente tienen cáncer de mama.
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