Down on The Farm
Donde la diversión marca el ritmo y la velocidad viene después.
The Farm se creó en 2022 con una idea muy sencilla: proporcionar un espacio donde los nuevos ciclistas pudieran mejorar sin ser aplastados por las expectativas. El Enduro necesitaba un sitio donde los chicos pudieran montar a tope, divirtiéndose y encontrando su propio ritmo, sin la presión de un cronómetro. Así que encontramos al equipo adecuado, les dimos soporte y dejamos que todo fluyera.
"Disfrutando vas más rápido" surgió como lema.
Down on the Farm
El viaje de The Farm arrancó en Darrington, sobre los trazados de Race Cascadia. Canyon, Alex y Charlie llegaron con esa energía de "si te diviertes vas más rápido". Senderos estrechos, tramos rápidos entre especiales y una zona de boxes de Cannondale con el ambiente propio de una quedada entre amigos. Las rápidas bajadas, entre carcajadas y buenos momentos, dieron paso a una gran sesión de pizzas que casi colapsa de cajas la furgoneta. Durante todo el viaje se mantuvo esa "vibra” de diversión, germen del surgimiento de The Farm.
La furgoneta partió rumbo al este, al más puro estilo The Fram: el equipaje ordenado a medias y la parrilla aún humeando del desayuno. Nada ordenado, pero todo en orden. Coeur d'Alene dio la bienvenida a los chicos con el pintoresco ambiente de Webby: los callejones, el muelle, y dos lanchas deslizándose como el salmón de Capistrano. Caribou Ridge se alzaba al otro lado del agua. Los chicos iban subiendo relajadamente, charlando. Y llegó el deseado y disfrutado descenso. A la vuelta la hicieron wake surf, algo que no estaba planeado pero cuya idea a todos pareció genial.
Montana llegó después, con su clima cálido y tranquilidad.
Spencer estaba a tope reparando peraltes de madera, líneas desgastadas y había mucha tierra removida. Sin Crane. Sin Sedivy. El tipo estaba desbrozando diez acres, Así que el equipo siguió adelante.
En Whitefish volvieron a la normalidad. Había un parking de autocaravanas detrás de una granja, con vistas las bajadas. El Rodeo en Columbia Falls fue una pasada: polvo, luces, fiesta… y Charlie acabó dentro de un barril de payaso y un grupo de niños lo hizo girar como si esperaran que salieran caramelos. A todos les dolía la cara de tanto reirse.
Legacy Bike Park, en Lakeside, fue la última parada en Montana. Un nuevo parque que sorprende por la amplitud de sus instalacones y su impresionante ubicación, con vistas al lago Flathead. Saltos, flow y esas secciones abiertas al medio natural que hacen que parezca que estás montando dentro de una postal. El equipo se instaló de inmediato, y salieron a montar hasta que la luz y la temperatura cayeron lo suficiente como para dar por terminado el día.
Oregón cerró el tramo con un sabor a bosque profundo.
Oakridge acumuló bajadas entre altos árboles, frescas zonas de sombra y senderos que parecen hechos a medida para bikers capaces de enfrentarse a cualquier desafío. El equipo de Trans Cascadia mantiene las bajadas perfectas. Canyon demostraba una elegancia impecable en cada salto. Alex se ponía creativo cada vez que el sendero le ofrecía la oportunidad. Y Charlie, siempre concentrado, mezclaba velocidad y flow como si hubiera nacido haciendo eso. En Portland, Charlie acabó guiando a los chicos a través de su laberinto de líneas: giros cerrados, tramos suaves y un último gran salto.
Olympia, WA, fue la parada final del viaje por carretera antes de que los chicos continuaran hacia Whistler, BC, para el Crankworx.
Chapuzón en Washington: Montañas Místicas y Bosques Escalofriantes
Olympia cerró la ruta antes de que los chicos siguieran hacia el Crankworx en Whistler. El cielo se cerró y entro en modo lluvia constante. El equipo, muy motivado, salió a montar de todos modos: la lluvia golpeando los cascos, las raíces resbaladizas… de alguna manera el pilotaje de todos mejoró. A la fuerza. La mitad de las fotos de todo el viaje salieron de este día de caos bajo la lluvia: barro, velocidad y muchas risas.
Tim tomó un puñado de tierra y se lo metió directamente en la boca. Con los dientes marrones del barro, analizó los ingredientes: "cicuta, cedro... y un poco de caca de BigFoot". Esta espeluznante sesión en los bosques de una montaña mística fue memorable: compañerismo y diversión en el monte.
Cada día en este viaje se mantuvo fiel al espíritu de The Farm.
La diversión es lo primero. La velocidad llega sola después. El progreso es patente, porque el equipo monta sin ataduras, se divierte y ven en cada lugar una nueva oportunidad para disfrutar. Sin presión. Solo con unos buenos senderos, buenas bicicletas, risas y la sensación de estar con la gente correcta en el lugar correcto en el momento oportuno.
Esto es The Farm:
Un mixtape a ruedas.
Un equipo rápido y divertido.
Un generador de buenas vibraciones y momentos en los senderos.