Erin Bixler: De perseguir a liderar
Fotografía: James Stroke y Rob Bixler
Huvo un tiempo en el que Erin Bixler sufría para mantener el ritmo. Pero hoy en día las tornas han cambiado.
Sufriendo en la cola. Forjada a fuego. Aprendiendo sobre la marcha. Tropezando.
Llámalo como quieras. Esto es lo que Erin Bixler tenía que hacer si quería mantener el ritmo. Estaba (y está) decidida a hacerlo, costase lo que costase. Cuando salía con su padre, su hermano mayor y sus amigos a montar por los senderos, se esforzaba al máximo por estar en la pomada.
Y se puede decir que lo consiguió, y con creces: ganó el Campeonato Nacional de Enduro Sub19 hace unas semanas. Aquellas rutas interminables a sufriendo a cola de pelotón dieron sus frutos. Pero ha sido tan fácil como simplemente ir más rápido.
Cuenta una anécdota, en la que Erin estaba observando a su hermano mayor Aiden, casi 2 años mayor que ella, practicando saltar al agua en la piscina. Estaba afinando su técnica y a Erin le parecía genial la forma en que giraba y entraba en el agua con un pequeño chapoteo. Decidió intentarlo ella; se dirigió al trampolín, se subió… y se tiró y dió un fuerte planchazo. Su padre sabía que eso dolía. Pero Erin salió a la superficie, trepó de nuevo al trampolín y continuó intentándolo hasta conseguir hacerlo bien.
Sus inicios en la bici de montaña no fueron exactamente igual, pero el resultado sí ha sido parecido. “La odiaba. No quería saber nada de la bici”, dice Erin de sus primeros días por los senderos, después de que su padre la introdujera en el deporte. “Él lo sabía, pero aún así me hizo acompañarles en las salidas en familia.” Y por supuesto, dada la afición de su familia y amigos por el mountain bike, estas “rutas familiares” eran del tipo “ir a fuego”. El terreno podía ser bastante técnico... Hubo caídas. Cicatrizaron. Creció como biker. El odio se convirtió poco a poco en aceptación, y después incluso en amor, cuando Erin descubrió los famosos senderos de Downieville en California del Norte. Pero el péndulo osciló mucho esos primeros años. El gusanillo del mountaiin bike le rondó durante años, pero realmente nunca le picó.
Más o menos al mismo tiempo Aiden comenzó a competir. “Todo el mundo me animaba a correr a mi tan bien, excepto mi padre”, recuerda Erin.
“Él creía que sería genial que yo compitiera, y pensaba que yo lo encontraría divertido, pero sabía que si me empujaba yo no lo haría.”
Y nos alegramos de que no lo hiciera, porque no sabemos dónde habría terminado Erin.
Pero sí sabemos dónde está ahora. Hoy Erin corre como parte de The Farm, la iniciativa de Cannondale en el deporte base para impulsar a los jóvenes talentos de las carreras locales en los EEUU. Ha acumulado victorias con su Jekyll custom en todas partes, desde Sea Otter a Windrock, y sólo dos semanas después de conseguir su título Sub19 en el pasado mes de julio, consiguió el 4º absoluto en la categoría Sub21 en Whistler, Columbia Británica, prueba de las Enduro World Series.
Erin {ut} ya no persigue a los demás desde la cola del grupo. Ahora la siguen a ella. Y su futuro es prometedor.
Las Enduro World Series continúan esta temporada, pero no sin algunos problemas para Erin. Una caída durante unos entrenamientos entre carreras la provocaron unos síntomas similares a los de una conmoción. Tras hablarlo con su padre {ut}, médico de profesión y médico no oficial de los corredores de The Farm, tenía la opción de correr, pero no se sentía bien del todo. Y Erin tomó la difícil decisión de no participar en las dos siguientes carreras del año de las EWS, Burke y Sugarloaf.
Pero está claro para todo el que la conoce, que Erin Bisler estará de vuelta lo antes posible. Pase lo que pase a continuación, no será lo último que oigamos de ella. El gusanillo ya le ha picado.
Sigue a The Farm y Erin Bixler en Instagram, y echa un vistazo a la Jekyll abajo.
¿Te gusta lo que ves?
Estas son algunas de las bicicletas presentadas anteriormente.