Estilo suizo

Crans-Montana. Los Campeonatos del Mundo llegan a los Alpes suizos. El Cannondale Factory Racing presentó unos cuadros inspirados en la cultura del país anfitrión: la tradición moldeada a través del lente de Cannondale, dando un nuevo giro a los conformismos.

Partiendo en un lienzo en blanco. El diseño suizo será la base. Las cuadrículas dan estructura. Helvetica cuenta la historia. Cada bicicleta sustenta en esos principios: limpia, sobria, inconfundible. Luego Cannondale introduce la distorsión: semitonos esparcidos por el carbono. Los patrones se desvanecen y toman fuerza, extrayendo la profundidad de algunos planos que alguna vez fueron planos. Cada cuadro, una obra de arte viva, pintado para destacar.

El orgullo de ser ciclista retumba en el ambiente. Un equipo. Muchas banderas. Los maillots nacionales establecen la paleta. Cada Scalpel se comunica de forma única con sus colores. Identidad única. Máxima rendimiento.

La asimetría lo realza todo. Un ritmo en el lado de la transmisión, otro en el lado opuesto. Un desequilibrio equilibrado. Un cuadro que se siente vivo desde cada ángulo. Y en el tubo la cita: "Hola, mi nombre es." Una actitud lo-fi, directamente de la cultura del pogo, rociada sobre un carbono creado para actuar en el escenario más importante del mundo.

Esto es CFR, al estilo suizo. El orden a otro nivel. Equilibrio estático. Cuadros que llevan la marca del diseño suizo, reinventados para lucir a gran velocidad. Un movimiento que remodeló la historia del diseño. La Scalpel sirve como el instrumento que remodela la historia, con la claridad suiza cortada al estilo Cannondale.